¿Cómo es Dios? // Palabras Proféticas #23 // Miguel Díez
Hay muchas profecías que muestran que Dios quiere que le conozcamos. Cómo sería ese conocimiento de Él en los últimos días.
El Verdadero Conocimiento de Dios: Una Llamada a la Intimidad Espiritual
En un mundo donde la religión a menudo se reduce a rituales y dogmas, el verdadero conocimiento de Dios a veces se pierde entre las prácticas superficiales y las interpretaciones humanas. Miguel Díez, en su reflexión sobre la profecía bíblica, nos llama a una comprensión más profunda y auténtica de quién es Dios y cómo podemos conocerlo verdaderamente.
El Llamado al Conocimiento Verdadero
Dios ha reprochado tanto a Israel como a la iglesia actual por su orgullo y terquedad. A lo largo de la historia, la humanidad ha tendido a enfocarse más en el conocimiento religioso formal que en desarrollar una relación íntima y genuina con Él. Este alejamiento de lo esencial ha llevado a una falta de verdadera sabiduría y a un distanciamiento del propósito original de nuestra fe.
El verdadero conocimiento de Dios no comienza con acumulación de información religiosa, sino con un corazón humilde y dispuesto a reconocer nuestras limitaciones humanas. En 1ª de Corintios 2:12-16, se nos recuerda que es solo a través del Espíritu de Dios que podemos comprender las profundidades de Su voluntad y lo que Él nos ha concedido. La sabiduría terrenal, aunque útil en ciertos contextos, no puede compararse con la revelación que proviene de una comunión sincera con el Espíritu Santo.
Jeremías 9:23-24 enfatiza que la verdadera sabiduría radica en conocer y entender a Dios, quien es la fuente de misericordia, juicio y justicia en la tierra. En este pasaje, se nos insta a no gloriarnos en nuestra propia sabiduría, poder o riqueza, sino a jactarnos en que entendemos y conocemos a Dios, lo que nos lleva a vivir en alineación con Su carácter y propósito.
Manifestaciones del Poder de Dios
Las profecías coinciden en que Dios se dará a conocer a todos, incluso a aquellos que lo niegan, a través de juicios divinos que aumentarán en número y severidad. Estos juicios no son meramente castigos, sino manifestaciones de la justicia de Dios, que buscan traer a la humanidad a un reconocimiento de Su soberanía y santidad.
Además de los juicios, los frutos del Espíritu Santo revelan la verdadera naturaleza de Dios y se manifiestan a través de milagros, sanidades y liberación. Estos actos sobrenaturales no son fines en sí mismos, sino señales que apuntan al poder y al amor de Dios, llamando a la humanidad a una relación más profunda con Él.
En la profecía bíblica, se nos dice que el conocimiento de la gloria de Yahvé llenará la tierra como las aguas cubren el mar, especialmente durante el reinado milenial de Jesucristo. Este tiempo será marcado por una revelación universal de la gloria de Dios, que transformará completamente la sociedad y restaurará todas las cosas a su estado original de armonía bajo el gobierno divino.
Profecías sobre el Futuro
Las Escrituras también nos ofrecen vislumbres del futuro en el que Dios, en Su gracia, llevará a cabo un plan de restauración y redención. Zacarías 12:10 profetiza un derramamiento del espíritu de gracia y oración sobre la casa de David y los habitantes de Jerusalén. Este evento será un momento de gran revelación en el que reconocerán a Jesús como el Mesías y se lamentarán por haberlo traspasado. Este arrepentimiento nacional abrirá las puertas a un avivamiento espiritual sin precedentes en Israel.
Además, Isaías profetiza un tiempo en el que Egipto y Siria se unirán en una calzada y servirán juntos a Yahvé. Esta imagen de unidad entre naciones históricamente enemistadas subraya la capacidad de Dios para reconciliar y unir a la humanidad bajo Su señorío, borrando las divisiones y promoviendo la paz y la justicia.
Conclusión
El verdadero conocimiento de Dios es mucho más que el cumplimiento de rituales o el estudio teológico; es una relación viva y dinámica que comienza con la humildad y se profundiza a través de la comunión con el Espíritu Santo. En un tiempo de creciente oscuridad y confusión, la iglesia está llamada a ser luz y a reflejar el carácter de Dios en el mundo.
Las profecías bíblicas no solo nos advierten sobre el juicio venidero, sino que también nos aseguran que la gloria de Dios llenará la tierra, y que Su plan de redención culminará en la restauración de todas las cosas. Como creyentes, estamos llamados a buscar a Dios de todo corazón, a conocerlo verdaderamente y a vivir en la plenitud de Su voluntad, preparándonos para el tiempo en que Su gloria sea plenamente revelada.
