La Palabra para Hoy – Juan 6:41
Cuidemos Nuestra Boca de la Murmuración
“Murmuraban entonces los judíos de él, porque había dicho: Yo soy el pan que descendió del cielo. Juan 6:41
La murmuración es un pecado sutil, pero devastador. En la Biblia, vemos cómo los escribas y fariseos murmuraban contra Jesús porque sus palabras les incomodaban. No podían aceptar la verdad y, en vez de buscar entendimiento, elegían criticar y quejarse.
Lo mismo ocurrió con el pueblo de Israel en el desierto. A pesar de haber visto los milagros de Dios, se quejaban constantemente contra Moisés y contra el Señor. Aparentemente, tenían razones justificadas: pasaban hambre, sed y fatiga. Sin embargo, su murmuración revelaba incredulidad y falta de gratitud. Como resultado, no entraron en la Tierra Prometida.
Este es un llamado de atención para nosotros hoy. Cuando enfrentamos situaciones difíciles o cuando no entendemos los caminos de Dios, debemos cuidar nuestras palabras. La murmuración no solo nos aleja de la bendición, sino que entristece al Espíritu Santo y nos roba la paz.
En cambio, como hijos de Dios, nuestras palabras deben estar llenas de vida, fe y gratitud. Efesios 4:29 nos exhorta: “Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes.”
Reflexión: ¿Cómo están mis palabras hoy? ¿Edifican o destruyen?
Oración: Señor, ayúdame a cuidar mi boca y a no caer en la trampa de la murmuración. Llena mi corazón de gratitud y enséñame a confiar en tu voluntad, aun cuando no la entienda por completo. Que mis palabras sean de bendición y reflejen tu amor. Amén.
Que Dios te bendiga!