Se abren los sellos del apocalipsis // Miguel Díez
Respondiendo el señor a mi congoja escatológica y al clamor de mis súplicas constantes por recibir su revelación, en 1997 tuve un sueño trascendental viendo a gran número de ángeles con más de dos metros de altura, sin alas, vestidos de un blanco impoluto, correr de un lado para otro y gritando:
¡El cordero de Dios está desatando los sellos!
Y así repitiéndolo como un coro glorioso y expectante produciendo una concentración celestial. Me desperté con el corazón súper acelerado de emoción y asombro teniendo un urgente deseo de conocer las consecuencias de la visión profética.
Fui directamente al Apocalipsis 5: 1 al 7
1 Y vi en la mano derecha del que estaba sentado en el trono un libro escrito por dentro y por fuera, sellado con siete sellos.
2 Y vi a un ángel fuerte que pregonaba a gran voz: ¿Quién es digno de abrir el libro y desatar sus sellos?
3 Y ninguno, ni en el cielo ni en la tierra ni debajo de la tierra, podía abrir el libro, ni aun mirarlo.
4 Y lloraba yo mucho, porque no se había hallado a ninguno digno de abrir el libro, ni de leerlo, ni de mirarlo.
5 Y uno de los ancianos me dijo: No llores. He aquí que el León de la tribu de Judá, la raíz de David, ha vencido para abrir el libro y desatar sus siete sellos.
6 Y miré, y vi que en medio del trono y de los cuatro seres vivientes, y en medio de los ancianos, estaba en pie un Cordero como inmolado, que tenía siete cuernos, y siete ojos, los cuales son los siete espíritus de Dios enviados por toda la tierra.
7 Y vino, y tomó el libro de la mano derecha del que estaba sentado en el trono.
El que tiene toda potestad en el cielo en la tierra y en todo cuanto hay en el cosmos pues por él y para él fue creado, abrió el libro y comenzaron cambios mucho más dramáticos de los que se estaban produciendo en el mundo como leemos En Apocalipsis 6:1-4
1 Vi cuando el Cordero abrió uno de los sellos, y oí a uno de los cuatro seres vivientes decir como con voz de trueno: Ven y mira.
2 Y miré, y he aquí un caballo blanco; y el que lo montaba tenía un arco; y le fue dada una corona, y salió venciendo, y para vencer.
3 Cuando abrió el segundo sello, oí al segundo ser viviente, que decía: Ven y mira.
4 Y salió otro caballo, bermejo; y al que lo montaba le fue dado poder de quitar de la tierra la paz, y que se matasen unos a otros; y se le dio una gran espada.
¿Quién es el primer jinete?
Sin duda el primer jinete que muchos escatólogos desviados lo atribuyen a Cristo en Su venida con el solo dato de montar en un caballo blanco.
Cuando Jesús no usa arco, sino la espada de su boca. Ni tampoco le es dado una corona por un tiempo, pues ya tiene la corona del Padre y para siempre.
La Apostasía
Es sin embargo este jinete la apostasía que ya ha vencido maléficamente a millones de creyentes superficiales y a muchos miles de ministros del evangelio por ser presas fáciles en sus decadentes prejuicios religiosos y en sus complacencias carnales.
Contaminándolos con las viejas levaduras la de Herodes que es la soberbia, la de los saduceos qué es el humanismo intelectual del evangelio con la mezcla de las filosofías, ideologías e históricas platónicas aristotélicas etcétera con la biblia.
Y sobre todo la de Balam que justifica el amor al dinero lo cual es la raíz de todos los males como dice la epístola de pablo a Timoteo que es la codicia la avaricia imperdonable si no hay verdadero arrepentimiento.
A esto todo añadiendo de una manera desbordante la levadura de Jezabel otorgando a la mujer la autoridad que no le corresponde y así se cumple la profecía de 2 Tesalonicenses 2:1-3
1 Pero con respecto a la venida de nuestro Señor Jesucristo, y nuestra reunión con él, os rogamos, hermanos,
2 que no os dejéis mover fácilmente de vuestro modo de pensar, ni os conturbéis, ni por espíritu, ni por palabra, ni por carta como si fuera nuestra, en el sentido de que el día del Señor está cerca.
3 Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición,
El segundo jinete como hemos leído es el de la guerra con la crueldad de las espadas satánicas y asesinas, como las usadas históricamente por vikingos, romanos, bárbaros o templarios que siempre han sido idolatradas hasta incluso existir en la diosa espada a la que muchos adoran todavía hoy.
En el trabajo diabólico de quitar vidas, porque sabemos que satanás solo quiere robar, matar y destruir. En lugar de usar la espada verdadera de los filos que es la palabra de dios para salvar las vidas con salvación de vida eterna
Ese es el verbo divino esa es la espada santa que convierte el alma, separa lo que es de la carne de lo que es de Dios y transforma y produce nueva vida a los que la reciben.
Usar esa espada incluso en lugar de matar a nadie físicamente está dispuestos a morir por las almas como Cristo murió por todos nosotros al luchar en la batalla de la fe con la espada de la verdad. Que diferencia usar el evangelio de Jesucristo dando la vida si es necesario por las almas que ir quitando las vidas de nuestros semejantes.
Pues ahí está la diferencia entre los que hoy dan culto a la muerte con la eutanasia, con el aborto, el discriminado y con las guerras asesinas qué pretende justificar.
Los tiempos de Noé
La profecía de Jesús en Mateo 24:37 dice: que su venida pues llegará encontrando a la humanidad viviendo como en los tiempos de Noé, que provocaron el juicio divino, el juicio del diluvio universal.
Esos tiempos de terrible violencia, violaciones, crímenes y asesinatos como nos lo dice Génesis 6:11
Y se corrompió la tierra delante de Dios, y estaba la tierra llena de violencia.
¿No es así como la vamos encontrando más cada día violencia por las calles, crímenes y crímenes terrorismos?
Sabemos que una vez más Dios quebranta la soberbia humana con sus propias armas criminales para darles oportunidad de arrepentirse y ser salvos por su perdón.
Al ver el juicio de Dios, al ver las consecuencias de darle la espalda a Dios, al ver el desastre, el caos y las tragedias que causan la rebelión contra Dios.
El aviso de Dios
Dios avisa en Isaías 26:16
Jehová, en la tribulación te buscaron; derramaron oración cuando los castigaste.
Pero la paciencia de Dios ha llegado a su límite y proclama un “Basta Ya”
Realizando destrucción a los malvados con gran ira santa por lo cual llama a sus fieles de Israel y de la iglesia diciendo lo escrito en Isaías 26:20-21
20 Anda, pueblo mío, entra en tus aposentos, cierra tras ti tus puertas; escóndete un poquito, por un momento, en tanto que pasa la indignación.
21 Porque he aquí que Jehová sale de su lugar para castigar al morador de la tierra por su maldad contra él; y la tierra descubrirá la sangre derramada sobre ella, y no encubrirá ya más a sus muertos.
Hemos de estar esperando que pase la indignación arrasando con juicio, castigo terrible de la ira santa de Dios, para que después venga el bálsamo que curará millones de heridos que se arrepienten, trayendo la salvación, la sanidad, la liberación y dando entrada a muchos para ser hijos de Dios en esa familia eterna del Señor
Esperamos orando mientras tanto como dice en Hebreos 10:31
Cosa horrenda es caer en manos del Dios vivo
Esto es lo que va a ir manifestándose cada vez más en estos juicios de Dios, zarandeando el mundo, devastándolo porque se resisten los seres humanos a reconocer que el dueño absoluto de la creación es Dios, es Jesucristo.
No quieren de ninguna manera dejar de darle la espalda y no quieren renunciar a su amor al pecado, al egoísmo, al individualismo y a la blasfemia, a la perversión carnal.
Y por tanto Dios tiene que sufrir, yo creo que con lágrimas al adoptar con su vara a la humanidad como está haciendo y va a seguir haciendo cada vez más intensamente.
Hasta que puedan volverse a Él, que eso es la conversión, darse la vuelta, humillados, pedir perdón, socorro, auxilio parad ser librados de la aflicción y de la condenación.
El mundo que viene
Vamos a experimentar terribles juicios divinos en los tiempos que vienen, con castigos trágicos por todo el mundo y así os podrá quebrantar los corazones endurecidos por el orgullo de toda codicia y toda maldad. Y así lograr que muchos recuperen el temor de Dios y humillados se arrepienten para que se salven.
¿Qué debemos hacer?
Mientras todo esto acontezca renovémonos diariamente en el primer amor y las primeras obras para que el señor no haga perseverar con fidelidad a su voluntad, hasta llevarnos de su mano para la meta celestial.
Que tengamos compasión por todos aquellos que le ignoran, todos aquellos que no han gustado de su benignidad, de su amor perfecto, de su santa paternidad y por tanto siguen huérfanos en el mundo desvalidos, engañados, en oscuridad, en confusión y sin esperanza ninguna.
Cosechando las consecuencias de la maldad que todo ser humano ha practicado, porque no hay ni uno bueno, solo Cristo es perfecto y bueno pero ahora misericordia de Dios nos ha proporcionado la gracia del perdón para ponernos en paz con el Padre, con Dios y que sean borrados del libro de la vida todos nuestros pecados.
Presidente de la ONG Remar Internacional y la iglesia Cuerpo de Cristo.