De un Hogar a un Movimiento Global: La Historia de Remar
En esta charla inspiradora, Miguel Díez y Ramón Ubillos nos relatan los inicios y el impacto de la ONG Remar, una obra que nació en 1982 con el propósito de ayudar a los más necesitados.
Un Comienzo Modesto con un Propósito Mayor
En esta charla con Ramón Ubillos, Miguel Díez nos lleva a los inicios de Remar, una obra que nació en 1982 con un llamado claro: ayudar a los adictos y marginados. La obra comenzó en su propia casa, acogiendo a personas en situación de calle, drogadictos y aquellos que necesitaban una segunda oportunidad. La pasión por la restauración de vidas fue el motor que impulsó el crecimiento de lo que hoy es una obra global.
La Fe y la Acción: Claves del Crecimiento
Miguel Díez relata cómo la obra se expandió rápidamente, primero en el País Vasco y luego por toda España. La clave fue siempre la misma: la combinación del evangelismo con la ayuda social. Desde el inicio, la rehabilitación de drogadictos no fue solo una cuestión médica o social, sino un proceso espiritual donde la salvación del alma era prioritaria.
Uno de los hitos más significativos en el crecimiento de Remar fue la adquisición de un valle en Mendiola, donde establecieron un centro de rehabilitación. Posteriormente, se abrieron nuevos centros en diferentes regiones de España, incluyendo Burgos, Barcelona y Algeciras. Con el tiempo, la misión de Remar se extendió a Portugal y otros países europeos, marcando el inicio de su expansión internacional.
La Obra Social: Un Pilar Fundamental
Remar no se detuvo en la ayuda a drogadictos. Pronto se encontró con otras necesidades urgentes, como la asistencia a enfermos de sida en los años 80 y 90, la ayuda a niños en situación de abandono y la atención a refugiados en crisis humanitarias alrededor del mundo. Desde España hasta África, América Latina y Asia, Remar ha abierto hogares, comedores, colegios y clínicas médicas.
En particular, en países como Guatemala y Perú, Remar ha trabajado con niños que vivían en basureros, rescatándolos y proporcionándoles un hogar, educación y oportunidades de futuro. En Burkina Faso, la organización ha sido clave en la protección y cuidado de huérfanos de guerra, brindándoles un refugio seguro y una esperanza de vida mejor.
De España al Mundo: Expansión Internacional
El crecimiento de Remar llevó su labor a otros países, comenzando con Portugal y extendiéndose a América Latina, África y Europa del Este. Miguel Díez menciona cómo, a través de milagros y oportunidades inesperadas, Dios ha abierto puertas para que Remar pueda servir en lugares donde la necesidad es extrema. Países como Burkina Faso, donde la organización ha rescatado y acogido a cientos de huérfanos de la guerra, son solo un ejemplo del impacto global de esta obra.
Además, Remar ha estado presente en crisis humanitarias de gran magnitud, como el conflicto en Siria, donde brindó asistencia a refugiados en campamentos de Grecia y Turquía. También ha estado activo en Ucrania, proporcionando alimentos, ropa y apoyo a miles de desplazados por la guerra.
Misericordia en Acción: De los Refugiados a los Niños de la Calle
Desde atender a migrantes sirios y ucranianos hasta rescatar niños de basureros en Guatemala, la misión de Remar ha sido clara: ser los brazos de Cristo en la tierra. Cada proyecto, cada centro de acogida y cada plato de comida servido es una expresión del amor de Dios en acción.
Recientemente, la organización ha trabajado en la construcción de hospitales y dispensarios médicos en África, así como en la provisión de asistencia sanitaria en países en conflicto. Un ejemplo de ello es el hospital materno-infantil que se está estableciendo en Libia, en respuesta a la crisis humanitaria causada por los desastres naturales y la guerra.
Un Llamado a la Participación
La obra de Remar sigue creciendo, pero la necesidad de obreros y voluntarios es constante. Miguel Díez lanza un llamado a aquellos que sienten el deseo de servir: “¿A quién enviaré y quién irá por nosotros?” La invitación es clara: cualquiera que tenga un corazón dispuesto puede sumarse, ya sea a través de voluntariado, apoyo económico o apadrinamiento de niños.
Los voluntarios pueden participar en múltiples áreas, desde la construcción de colegios y hogares hasta la asistencia médica y el apoyo en emergencias humanitarias. Además, Remar sigue recibiendo donaciones de alimentos, ropa y medicamentos para poder continuar con su misión.
Conclusión: Más Bienaventurado es Dar que Recibir
El testimonio de Remar demuestra que el verdadero propósito de la vida cristiana es amar a los demás con hechos, no solo con palabras. Como lo expresó Miguel Díez, “la vida sin amor no sirve para nada”, y el amor genuino se demuestra en la entrega y el sacrificio por los más necesitados. Hoy, más que nunca, el mundo necesita manos dispuestas a ayudar, corazones generosos y creyentes comprometidos con la obra del Reino.
Remar sigue su labor con la esperanza de que más personas se sumen a esta causa, construyendo un mundo donde la misericordia y el servicio sean el reflejo del amor de Dios en acción.