El Agua como Diseño Divino // Mari Carmen Jiménez

¿Cuántas veces has escuchado el consejo de beber más agua?

Muchas enfermedades se evitarían con la hidratación adecuada. Beber cuando se tiene sed es muy apropiado, pero a partir de cierta edad no se percibe la sed de la misma manera, por lo que debemos beber aunque no tengamos sed. No se debe quitar la sed con refrescos la mayoría contienen demasiado azúcar e ingredientes tóxicos.  

Hay muchas formas de tomar el agua en cantidad  suficiente, infusiones con plantas, cocimientos, con  zumos y frutas.       

Consejos sobre el uso del agua.

Beber la cantidad suficiente de agua pura y potable es vital para gozar de una salud óptima y en especial durante el ejercicio, pues con el sudor se eliminan electrolitos y minerales importantes, es necesario reponerlos con agua  y productos naturales como la sal, el bicarbonato, los zumos de frutas.

El negocio de refrescos, muy astuto en su publicidad, alcanza en sus ventas a los  6 mil millones de euros al año.

Muchas de estas bebidas contienen hasta dos tercios de azúcar y las versiones bajas en calorías y sin azúcar contienen endulzantes artificiales, que son aún más dañinos.

Yo no creo que sea necesario tomar cantidades ingentes diarias de agua, con el agua por la mañana antes de desayunar, infusiones después de comer, frutas, verduras, sopas, nuestra necesidad de agua está bastante equilibrada, y no hay porqué darle más trabajo a los riñones del necesario,  aunque la cantidad, depende de cada persona, de su actividad y temperatura ambiental.

Se recomienda beber despacio y para quitar mejor la sed, en infusión, caliente, las bebidas frías perjudican la digestión pues se enfrentan con la calidez y energía del cuerpo.

Beber agua por la mañana purifica el cuerpo y ayuda en el proceso de eliminación de toxinas que el cuerpo realiza en las primeras horas.

No tomes agua con las comidas pues disuelve las encimas de la saliva y los jugos gástricos dificultando la digestión. Mejor beber antes de la comida, además que calma el hambre.

El agua como diseño divino.

¿Qué sería de nuestro planeta y de la vida en él, sin el agua? No existiría nada, y el agua ha sido diseñada para dar y preservar la vida.

Todos los elementos de la naturaleza tienen características comunes, pueden existir en estado solido, líquido y gaseoso, todos, aumentan de volumen al pasar de  solidos a líquidos y de líquidos a gaseosos,  menos  el agua, ésta reacciona de forma diferente a los demás elementos.

Cuando pasa de gas a líquido se enfría y en la medida que se va enfriando va disminuyendo su volumen, como los demás elementos, pero cuando llega a los 4º centígrados,  el comportamiento se invierte, y mientras sigue bajando la temperatura, comienza a aumentar de volumen en lugar de reducirse como haría cualquier elemento al hacerse sólido, a cero grados el agua se hace solida. Se convierte en hielo, y tiene mayor volumen que en su estado líquido, el hielo, desaloja más volumen que su peso en el agua por lo que flota.

Si se comportara como los demás líquidos al congelarse su volumen menor, pesaría más del agua que desaloja y bajaría al fondo.

El misterio del agua, manifiesta un diseño perfecto, por el que, al flotar, la vida en las profundidades de los ríos y del mar se mantienen aunque en la superficie haya muy bajas temperaturas y la superficie esté congelada.

El apóstol Pedro en su 2ª carta dice: que en el tiempo antiguo fueron hechos por la palabra de Dios los cielos, y también la tierra, que proviene del agua y por el agua subsiste, por lo cual el mundo de entonces pereció anegado en agua; pero los cielos y la tierra que existen ahora, están reservados por la misma palabra, guardados para el fuego en el día del juicio y de la perdición de los hombres impíos.

Juan 7:37 En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva.

Juan 4.- Jesús le dijo: Si conocieras el don de Dios, y quién es el que te dice: Dame de beber; tú le pedirías, y él te daría agua viva. Cualquiera que bebiere de esta agua, volverá a tener sed; mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna.

Agua de vida eterna nos ofrece Jesús, en su muerte. De su costado salió sangre y agua, demostrando el colapso de su corazón que entregó hasta la última gota para el perdón de los pecados de aquellos que miren hacia esa cruz y doblen sus rodillas delante de Él. Vida abundante y para siempre.

Mari Carmen Jiménez.

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