Jonás: No puedes esconderte de la presencia de Dios
Dios llamó a Jonás para que pregonara en la ciudad pagana de Nínive, que dentro de cuarenta días sería destruida. Jonás se rebeló contra ese llamado e intentó escaparse de la presencia de Dios. Descendió a Jope y compró un pasaje para ir a Tarsis.
RESUMEN
Jonás y su llamado profético
- Jonás fue un profeta de Israel llamado por Dios para predicar en Nínive.
- Jonás se rebeló y huyó, pero Dios lo detuvo con una gran tempestad.
- Jonás fue tragado por un gran pez, donde oró y se arrepintió.
- Dios liberó a Jonás y le ordenó nuevamente ir a Nínive.
La predicación de Jonás en Nínive
- Jonás predicó en Nínive y el pueblo se arrepintió, por lo que Dios retiró su juicio.
- Jonás se enojó porque Dios mostró misericordia a Nínive y deseó su destrucción.
- Dios demostró a Jonás el significado de perder la misericordia al permitir que un gusano secara la calabacera que le daba sombra.
Lecciones de la historia de Jonás
- La historia de Jonás es una lección sobre la misericordia de Dios y la importancia de obedecer su llamado.
- Debemos ser cautelosos en todo servicio para el Señor y obedecer por amor a Él y a las almas de otros.
- Dios tiene la última palabra y su alma fue realmente beneficiada por todo lo que pasó.
La importancia de discernir la palabra de Dios
- Es importante saber si Dios nos está hablando, ya que la vida del creyente debe vivirse en obediencia a Dios.
- No siempre es fácil discernir si la palabra que recibimos es realmente de Dios.
- Cuando Dios nos habla, nos sentimos incómodos, indignados, desafiados o escandalizados, pero nunca entusiasmados.
La desobediencia a Dios
- Jonás se resistió a la misión de Dios de proclamar juicio contra Nínive.
- La desobediencia a Dios es una actitud de rebeldía que se manifiesta en discusiones y argumentos.
- La desobediencia a Dios trae consecuencias negativas para toda la vida.
- La desobediencia produce adormecimiento espiritual y pérdida de sensibilidad espiritual.
El pecado y la oración
- Jonás, a pesar de afirmar que teme a Dios y reconoce su poder como creador, intenta huir de su presencia.
- El enemigo trabaja en nuestras mentes para hacernos creer que nuestros pecados no tienen arreglo, lo que nos lleva a la desesperación y al abandono.
- La verdadera oración no es solo una lista de peticiones, sino una expresión de amor y amistad con Dios.
- La oración no es solo una lista de peticiones, sino una experiencia de intimidad y transformación con Dios.
Conclusión
- Debemos renunciar a nuestras excusas y demoras en hacer lo que Dios nos manda.
- No podemos escaparnos ni escondernos de Dios, si nuestro pecado nos avergüenza, debemos pedirle perdón y Él nos restaurará.
- Debemos pedirle al Señor que trabaje en nuestra vida para que podamos creer con la mente y se instale también en nuestro corazón, siendo personas íntegras.
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