La mujer de flujo de sangre: Una fe perseverante | Personajes Bíblicos

Jesús sana a la mujer del flujo de sangre

• La mujer tenía un desorden menstrual crónico que la hacía impura y socialmente desterrada.

• Había probado todo para ser sana, pero nada había funcionado.

• Cuando oyó hablar de Jesús, tuvo fe en que si tocaba su manto sería salva.

• Tocó el manto de Jesús y fue sanada inmediatamente.

• Jesús dijo que su fe la había salvado.

Jesús sana a una mujer enferma

• Jesús sana a una mujer enferma que había estado sufriendo durante 12 años.

• La mujer había buscado ayuda médica pero su condición había empeorado.

• Jesús estaba dispuesto a contaminarse para sanar a la mujer, demostrando el poder del amor y la cruz.

La fe es esencial para la sanidad

• La fe de la mujer era tan grande que creía que incluso tocar el borde de la ropa de Jesús la sanaría.

• Jesús no dijo que su toque la había salvado, sino que su fe la había salvado.

• Un solo toque con verdadera fe puede hacer más por el alma que mil sacrificios impuestos voluntariamente.

• Fijar la mirada en Jesucristo es más eficaz que años de sacrificios y penitencias.

El pecado es la causa de las enfermedades

• El pecado es la causa de los dolores y enfermedades del mundo, y Dios no creó al hombre para sufrir.

• Muchas personas buscan alivio en remedios mundanos sin encontrarlo, pero pueden hallar reposo en Jesucristo.

Debemos confesar a Cristo ante los hombres

• Los cristianos deben confesar ante los hombres el beneficio que reciben de Cristo.

• No debemos avergonzarnos de confesar a Cristo ante los hombres.

• Debemos contarle toda la verdad a Jesús acerca de nuestro pecado, nuestros padecimientos, nuestros sueños y anhelos.

La fe es la gracia más importante

• La fe es la gracia más importante para el alma del cristiano.

• Debemos preguntarnos con frecuencia si nuestra fe es verdadera y genuina.

• Cristo no ha cambiado, sigue siendo el mismo benigno y poderoso para salvarnos.

• Solo necesitamos tocar a Jesús con la mano de la fe para ser sanados.