Moisés: Las diez plagas de Egipto – Significado y explicación bíblica

Las 10 plagas de Egipto

• Las 10 plagas de Egipto fueron desastres enviados por Dios para convencer al faraón de liberar a los esclavos israelitas.

• Las plagas atacaron directamente a los dioses de Egipto.

• La primera plaga fue el agua convertida en sangre, un juicio contra los dioses del Nilo: Apis, Isis y Num.

• La segunda plaga fueron las ranas, un juicio contra la diosa Heqet.

• La tercera plaga fueron los piojos o mosquitos.

• La cuarta plaga fueron las moscas.

• La quinta plaga fue la muerte del ganado, un juicio sobre las deidades egipcias Hathor y Apis.

• La sexta plaga fueron los sarpullidos con úlceras, un juicio contra los dioses de la salud Sekhmet e Isis.

• La séptima plaga fue la de granizo, que afectó a los dioses Nut, Osiris y Seth.

• La octava plaga fue la de langostas.

• La novena plaga fue la plaga de las tinieblas.

• La décima y última plaga fue la muerte de los primogénitos.

El propósito de Dios

• El propósito de Dios al enviar las plagas era demostrar su poder y hacer justicia en la tierra.

• Dios enviaba juicio a Egipto, pero protegía al pueblo de Israel.

La respuesta del faraón y los egipcios

• Muchos egipcios temieron al Dios de Israel después de las plagas, pero el faraón endureció su corazón y envió sus carros tras los israelitas.

• Dios separó el mar Rojo y ahogó a los ejércitos del Faraón, aplastando el poder de Egipto y extendiendo el temor de Dios entre las naciones vecinas.

Lecciones para nosotros

• Si escuchamos la voz de Dios, no debemos endurecer nuestros corazones y debemos ponernos a cuentas con Él.

• España está pasando por una época de calor extremo, lo que puede ser interpretado como un juicio de Dios para que el país se ponga a cuentas.

• Debemos orar y buscar la presencia de Dios en los momentos difíciles y en los buenos.

• Los eventos que están sucediendo en el mundo son una advertencia de que las cosas van a empeorar, por lo que debemos ponernos a cuentas con Dios, buscar su dirección y arrepentirnos de nuestros pecados.