Nabucodonosor: La soberbia y el orgullo en el corazón | Personajes Bíblicos
El orgullo en la Biblia
- El orgullo es una actitud del corazón que se expresa en una excesiva y poco saludable lección hacia uno mismo.
- Se considera rebelión contra Dios porque le atribuye a uno mismo el honor y la gloria que solo Dios merece.
- El orgullo se vuelve pecaminoso cuando se enfoca en uno mismo y se eleva en exceso, siendo el opuesto directo de la humildad.
- El peligro del orgullo y la soberbia es que la mayoría de la gente no se da cuenta de su orgullo y de su soberbia.
- El orgullo afecta la actitud de una persona hacia los demás, haciendo que menosprecie a los demás y los trate con desprecio y crueldad.
- El mayor peligro en el pecado del orgullo es que mantiene nuestros ojos en nosotros mismos en lugar de en Dios y en las necesidades de los demás.
- El orgullo en la Biblia se cita entre algunos de los pecados más flagrantes, y es condenado por Jesús en el evangelio.
El orgullo de Nabucodonosor
- Nabucodonosor tuvo un sueño inexplicable que lo perturbó.
- Llamó a sus magos y adivinos para que interpretaran el sueño, pero no pudieron.
- Entonces mandó traer a Daniel, quien le interpretó el sueño.
- Daniel le dijo que el árbol que había visto en el sueño lo representaba a él mismo y que sería cortado.
- Nabucodonosor no se arrepintió y el castigo de Dios cayó sobre él.
- Fue echado de entre los hombres, comió hierba como los bueyes y su cuerpo se empapó del rocío del cielo hasta que su pelo creció como plumas de águila y sus uñas como las de las aves.
- Al cabo de siete años, Nabucodonosor se arrepintió y Dios lo restauró a su reino.
- Nabucodonosor alabó y glorificó a Dios por su misericordia y su justicia.
La soberbia
- La soberbia es el deseo de ser preferido a otros basándose en la satisfacción de la propia vanidad.
- El orgullo incita a la persona a valorarse demasiado creyéndose capaz de hacer cualquier cosa por encima de los demás.
- La soberbia nos hace vivir como animales separados de Dios, odiándonos unos a otros y viviendo solo para nosotros mismos.
La gracia de Dios
- Nabucodonosor fue un monumento al poder de la gracia divina y de las riquezas de la misericordia de Dios.
- Cuando pecamos y volvemos en sí, tenemos que buscar el bienestar de los demás dando a conocer la prodigiosa misericordia de Dios.
La aflicción
- Se debe soportar pacientemente cualquier aflicción externa que Dios permita, y estar agradecidos por el uso sano de la razón y la paz en la conciencia.
- Si Dios considera adecuado impedir que un pecador cometa múltiples delitos o que un creyente deshonre su nombre, incluso la prevención más espantosa sería preferible a la mala conducta.
La tentación
- Es mejor postrarse y sufrir antes que caer en la tentación.
- Dios ha determinado esto como juez justo y los ángeles en el cielo aplauden.
El clamor de los oprimidos
- La demanda es por la palabra de los santos, el pueblo sufriente de Dios.
- Cuando el oprimido clama a Dios, él oirá.
Conclusión
- Se debe buscar con diligencia las bendiciones que nunca nos pueden ser quitadas y guardarse del orgullo y de olvidar a Dios.
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