Alcanzar Misericordia y Hallar Gracia // Ramón Ubillos
Esta predicación de Ramón Ubillos, basada en hebreos 4:15-16, invita a reflexionar profundamente sobre dos dones esenciales en la vida del creyente: la misericordia y la gracia. Estas herramientas divinas nos ayudan a vivir en el propósito de Dios, enfrentando nuestras debilidades y transformándonos a través de su poder.
El Trono de la Gracia: Una Invitación Divina
“Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado. Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.” (Hebreos 4:15-16)
El trono de la gracia simboliza la invitación de Dios para que los creyentes se acerquen sin temor, buscando el perdón de sus pecados (misericordia) y el poder para vivir en santidad (gracia). Ubillos enfatiza que esta es una decisión diaria de dependencia en Dios.
Misericordia y Gracia: Dos Aspectos de la Relación con Dios
- Misericordia: Representa el perdón y la limpieza de nuestros pecados, el primer paso para acercarnos a Dios.
- Gracia: Es el poder transformador que nos permite vivir conforme a su voluntad.
Ubillos hace una analogía entre la limpieza y la prevención del pecado: “Es mejor no ensuciarse que tener que limpiarse constantemente”. Jesús, como ejemplo perfecto de gracia, nos inspira a vivir en obediencia y sin pecado.
La Misericordia de Dios: Un Nuevo Comienzo
“Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados.” (Efesios 2:1)
La misericordia de Dios nos saca de la muerte espiritual, dándonos una segunda oportunidad para empezar de nuevo. Sin embargo, este perdón no debe tomarse a la ligera. Como advierte Romanos 6:1-2, no debemos usar la misericordia como excusa para continuar en el pecado, pues esto endurece nuestro corazón hacia Dios.
La Gracia como Poder Transformador
“Pero cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor para con los hombres, nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo.” (Tito 3:4-5)
La gracia no solo nos limpia, sino que nos renueva. Es un poder activo que obra en nosotros para superar debilidades, transformar nuestro carácter y vivir de manera que glorifique a Dios.
Renovación Diaria en el Espíritu Santo
El ejemplo de Isaías 6:5-7, donde Dios purifica los labios del profeta, muestra que la gracia no es un evento único, sino una renovación continua. Ubillos exhorta a los creyentes a buscar el poder del Espíritu Santo cada día, reconociendo sus debilidades y permitiendo que Dios obre en ellas.
La Meta de la Gracia: Vidas Transformadas
“Porque donde el pecado abundó, sobreabundó la gracia.” (Romanos 5:20)
Dios no solo quiere perdonarnos, sino también transformarnos completamente. La gracia de Dios abunda en nuestras vidas para que podamos reflejar el carácter de Cristo y cumplir con su propósito.
Confianza en el Trono de la Gracia
Ramón Ubillos cierra con una invitación: vivir una vida transformada y empoderada por la gracia. Este proceso requiere confianza en la bondad de Dios y un compromiso diario para acercarse a Él.
Versículo clave:
“Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.” (Hebreos 4:16)
Conclusión:
La gracia y la misericordia son regalos invaluables que nos permiten vivir como verdaderos discípulos de Cristo. No te conformes con solo recibir perdón; permite que la gracia de Dios transforme cada área de tu vida para su gloria. Amén.
Predicaciones Cristianas del Pastor Ramón Ubillos, Secretario General de la ONG Remar y Pastor Principal de la iglesia Cuerpo de Cristo en 70 países.