Jonás: Cuando huimos de Dios | Personajes Bíblicos

Jonás: Cuando huimos de Dios | Personajes Bíblicos

Jonás, el profeta

  • Jonás fue un profeta que vivió en Galilea durante el reinado de Jeroboán II en Israel.
  • Jesús confirmó el carácter histórico de Jonás y su historia de haber sido tragado por un gran pez.
  • El mensaje de Jonás es para todos, no solo para los ninivitas.

La rebelión de Jonás

  • Jonás se rebeló contra el llamado de Dios e intentó escapar, pero Dios envió una tempestad para detenerlo.
  • Los marineros echaron suertes para saber quién había provocado la ira de Dios y la suerte cayó sobre Jonás.
  • Jonás confesó su pecado y fue dispuesto a morir para salvar a los hombres del barco.
  • El mar se calmó y los marineros temieron a Jehová, ofrecieron sacrificios e hicieron votos.

La lucha entre nuestros deseos y la voluntad de Dios

  • La lucha entre nuestros deseos y la voluntad de Dios es normal, pero no debemos dejar que nuestra voluntad se interponga.
  • La desobediencia a Dios afecta otros aspectos de nuestra vida y produce adormecimiento espiritual.
  • Jonás intentó huir de la presencia de Dios, pero Dios lo reprendió a través del capitán del barco.
  • La declaración de Jonás revela la contradicción entre sus palabras y sus hechos.
  • Jonás asumió la responsabilidad por la tormenta, pero persistió en su independencia de Dios.

El pecado y el perdón

  • El pecado pesa más cuando estamos involucrados en el ministerio o hablando del Evangelio.
  • Pensamos en volver a nuestras redes porque sentimos que nuestro pecado nos ha hecho inútiles en las manos de Dios.
  • El enemigo de nuestras almas trabaja en nuestras mentes para hacernos creer que nuestros pecados no tienen arreglo.
  • La culpa nos hace creer que Dios no nos escuchará y nos lleva a la desesperación.
  • El gran estorbo a nuestra relación con Dios son los requisitos que nosotros mismos nos imponemos para venir a él arrepentidos.
  • Nuestro pecado es abominación, pero puede ser perdonado con una confesión ante Dios.

La misión de Jonás

  • La vida de Jonás como profeta no comenzó con el aire romántico que a veces queremos atribuirle a los que sirven a Dios.
  • Jonás no le gustó la misión que se le había dado y creyó que estaría salvo yendo de la presencia del Señor.
  • Cuando todo estaba perdido, Jonás decidió echarse al mar para acabar de una buena vez con el asunto.
  • Dios usó a Jonás a pesar de sus actitudes y comportamiento.

El resultado de la crisis de Jonás

  • La crisis de Jonás tuvo dos resultados: los marineros reconocieron la soberanía de Dios y vieron que las palabras del profeta habían sido acertadas.
  • El incidente de Jonás debe animar el corazón de todos los que estamos en los caminos del Señor.
  • El Señor se ha propuesto bendecir a los que él desea y nosotros somos invitados a colaborar con este proyecto celestial.
  • A veces tenemos el privilegio de ser instrumentos del Señor, pero es Él quien bendice a pesar de nuestros esfuerzos.
  • Su gracia se derrama y el pueblo es bendecido de todas maneras porque Dios lo quiere así.
  • Debemos aspirar a la excelencia, pero nos alivia saber que nuestras debilidades y flaquezas están cubiertas por su gracia.
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