La Palabra para Hoy – Filipenses 1:27
Devocional Diario: «Como es digno del Evangelio de Cristo»
Texto clave: “Solamente os ruego que os comportéis como es digno del evangelio de Cristo…” (Filipenses 1:27)
Reflexión:
En la vida cristiana, así como en el mundo, también surgen “ismos”: posturas extremas que nacen como reacción a errores previos. En la sociedad, el machismo generó el feminismo. En la iglesia, el mundanismo ha producido el legalismo. Este último nace a menudo de una intención sincera: personas que, al convertirse, por celo e ignorancia, crean normas no bíblicas para agradar a Dios. Sin embargo, lo que empieza con buenas intenciones muchas veces degenera en un sistema de cargas que Cristo nunca impuso.
El legalismo puede desembocar en fariseísmo, cuando se vive de apariencias y se juzga a otros sin vivir uno mismo en la verdad. El legalismo busca cumplir reglas, el fariseísmo busca aparentar que las cumple. Uno puede ser fruto de la ignorancia, el otro del orgullo. Ambos, sin embargo, desvían la mirada del verdadero llamado del evangelio.
La Palabra nos recuerda que no estamos bajo la ley, sino bajo la gracia. Pablo enseñó que la ley fue un tutor que nos condujo a Cristo. Ahora, en Cristo, vivimos por el Espíritu. El Espíritu Santo no solo nos guía a toda verdad (Juan 16:13), sino que también nos capacita para vivir de forma digna del evangelio.
Vivir como es digno del evangelio no es una lista de reglas, es una vida transformada por el poder de Dios, dirigida por Su Espíritu y centrada en Cristo. No vivimos preguntándonos constantemente “¿esto es bueno o malo?”, como quien come del árbol del conocimiento del bien y del mal, sino que caminamos en obediencia al Espíritu, que produce en nosotros amor, gozo, paz, paciencia, benignidad… (Gálatas 5:22–23).
Aplicación
¿Estás viviendo por la ley o por el Espíritu? ¿Te mueves por la aprobación externa o por la dirección interna del Espíritu Santo? Evalúa hoy tu caminar. No vivas en extremos. No caigas en el “peligroso péndulo”. Vive como es digno del evangelio de Cristo: en libertad, en verdad, y en amor.
Oración:
Señor, gracias por liberarme de la ley y darme tu Espíritu. Líbrame del legalismo y del fariseísmo. Enséñame a caminar cada día como es digno del evangelio, con humildad, sinceridad y dependencia de Ti. Que mi vida refleje Tu gracia, no mis esfuerzos. En el nombre de Jesús, amén.