PROFECÍA BÍBLICA – ¡Cristo Viene Pronto! ¿Estás preparado?
La expresión “Cristo viene pronto”
La expresión “Cristo viene pronto” es una de las frases más utilizadas en el mundo cristiano y secular. Esta afirmación está basada en Romanos 13:11-12, donde se nos exhorta a levantarnos del sueño y prepararnos para la salvación que está más cerca que nunca.
La Palabra de Dios anuncia la venida del Mesías, y aunque Cristo ya vino hace más de 2000 años, muchos siguen esperando su llegada sin reconocer que su segunda venida es un evento profetizado que se cumplirá en el tiempo señalado por Dios.
La profecía sobre la segunda venida de Jesús es central en la fe cristiana. Se cree que regresará en un momento inesperado para establecer su reino eterno. Las Escrituras contienen varias referencias a este evento, como Mateo 24:30-31, Hechos 1:11 y Apocalipsis 22:12, que describen la señal del Hijo del Hombre en el cielo y la reunión de los escogidos.
Señales que precederán su regreso
Jesús mencionó diversas señales que precederán su regreso, como guerras, terremotos, hambre y pestilencias, así como la predicación del Evangelio en todo el mundo (Mateo 24:6-14). Estas señales están destinadas a alertar a la humanidad sobre la inminencia de su regreso.
La segunda venida de Cristo nos llama a reflexionar sobre nuestra vida espiritual y nuestra relación con Dios. Es un llamado a estar preparados, vivir en santidad y confiar en la promesa de Cristo, tal como dice Apocalipsis 22:20: “Ciertamente vengo en breve”.
Llamado a despertar y estar vigilantes
Es el momento de levantarnos del sueño y estar vigilantes. Vivimos en tiempos de pasividad espiritual, y debemos reconocer la urgencia de este tiempo. Pablo exhorta a los creyentes a despertar y estar conscientes de los tiempos en los que vivimos, ya que la salvación futura y completa se acerca con el retorno de Cristo (Romanos 13:11).
Esta salvación futura hace referencia a la consumación del plan de Dios con la venida de Cristo. Los tiempos finales están más cerca que nunca, por lo que debemos abandonar la apatía espiritual y responder con fe, obediencia y esperanza.
La venida de Cristo es ineludible
La venida de Cristo es una verdad ineludible. Esto significa que no se puede evitar ni eludir, y la profecía se cumplirá. Jesús fue claro en que vendrá por nosotros, como se menciona en Juan 14:1-3, donde promete preparar un lugar para nosotros y volver para tomarnos consigo.
La venida de Cristo será inesperada
El regreso de Cristo será inesperado y ocurrirá repentinamente, como un ladrón en la noche, según 1 Tesalonicenses 5:1-2. En 1 Corintios 15:51-52 se nos dice que “todos seremos transformados en un momento, en un abrir y cerrar de ojos”, cuando se toque la última trompeta y los muertos sean resucitados incorruptibles.
Este evento será exclusivo para aquellos que han recibido la salvación por medio de Jesús. Solo los que han muerto en Cristo y los cristianos que estén vivos en ese momento experimentarán este arrebatamiento. 1 Tesalonicenses 4:16-17 nos dice que “los que hayamos quedado seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor”.
Preguntas importantes sobre la venida del Mesías
Cada persona debe responder preguntas fundamentales: ¿Estamos preparados para la venida del Mesías? ¿Cómo estamos viviendo nuestra vida mientras esperamos su venida?
Jesús nos advierte en Lucas 12:42-43 que debemos estar haciendo su voluntad cuando él regrese. También nos insta a hacer tesoros en los cielos y no en la tierra (Mateo 6:19-20), ya que solo lo eterno tiene verdadero valor.
Es crucial asegurarnos de la salvación de nuestra familia y predicar a Cristo en nuestro hogar, aprovechando bien el tiempo porque los días son malos (Efesios 5:15-16). Mientras esperamos la segunda venida de Cristo, debemos reflexionar sobre si estamos preparándonos día a día para su llegada y si nuestras acciones reflejan un anhelo por el cielo.
Conclusión
La venida de Cristo es una certeza profética. Las Escrituras nos llaman a vivir en santidad, alerta y preparados para su regreso. La pregunta final es personal: ¿Estás listo para recibir al Señor? Ahora es el tiempo de actuar, de buscar a Dios con sinceridad y de vivir conforme a su voluntad, pues Cristo viene pronto.