PROFECÍA BÍBLICA. Pensamiento sobre la situación actual en Israel
La historia de Israel es la historia de la sorprendente gracia de Dios. Como el favor de Dios se otorga incondicionalmente o inmerecidamente a los pecadores, nadie debería de ignorar el rol de la gracia de Dios en ninguna platica acerca de Israel.
El recuento bíblico de Israel presenta la gracia inexorable de Dios que persiguió a la nación pródiga en el pasado y que persiste en el futuro.
La historia de Israel empieza con el misericordioso pacto incondicional hecho con Abraham (Génesis, caps. 12 y 15). Él prometió hacer de Abraham una gran nación y bendecir al mundo entero. La nación naciente encuentra su nombre, Israel, en el nieto de Abraham, Jacob (Gn 32:28), un engañador que de cualquier manera hereda la tierra que Dios prometió.
Dios usa a su hijo, José, para liberar a Jacob (Israel) del hambre en Egipto (Gn 46). A pesar de los siguientes cuatrocientos años de esclavitud en Egipto, Dios fue fiel a Su promesa y liberó a Su gente por medio de Moisés (Éxodo, caps. 1-12). La gracia de Dios dio a luz a Israel y lo cuidó durante su infancia.