El Reino de Dios: El Tesoro Escondido que Debemos Buscar // Daniel Del Vecchio
Descubre el verdadero significado del Reino de Dios en esta poderosa predicación de Daniel Del Vecchio.
La Preparación para el Reino
Antes de que una mujer dé a luz, se prepara mental y emocionalmente. De igual manera, la iglesia debe prepararse para la gran cosecha de almas que Dios quiere traer. «Porque el niño que nace en el mundo no deseado por sus padres, ya comienza con el pie izquierdo.» Si la iglesia no está espiritualmente lista, Dios no enviará nuevos hijos para ser discipulados.
El Tesoro y la Perla de Gran Precio
Jesús nos enseñó sobre el valor del Reino de Dios en Mateo 13:44-46:
«El reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo, que al encontrarlo un hombre lo vuelve a esconder y, de alegría por ello, va, vende todo lo que tiene y compra aquel campo.»
«También el reino de los cielos es semejante a un mercader que busca perlas finas, y al encontrar una perla de gran valor, fue y vendió todo lo que tenía y la compró.»
Ambos ejemplos destacan que el Reino de Dios tiene un valor incalculable y requiere entrega total. Algunos encuentran el tesoro por casualidad, mientras que otros buscan con anhelo hasta hallarlo.
La Sabiduría como Verdadera Riqueza
La Biblia nos exhorta a buscar la sabiduría de Dios. Proverbios 3:13-15 dice:
«Bienaventurado el hombre que halla sabiduría y el hombre que adquiere entendimiento, porque su ganancia es mejor que la ganancia de la plata y sus utilidades mejor que el oro fino. Es más preciosa que las joyas, y nada de lo que deseas se compara con ella.»
Muchos buscan riqueza, seguridad y honor, pero lo más valioso es conocer a Dios y su verdad. Como dijo el rey David en el Salmo 27:4:
«Una cosa he pedido al Señor, y esa buscaré: que habite yo en la casa del Señor todos los días de mi vida, para contemplar la hermosura del Señor y para meditar en su templo.»
Renunciar a Todo para Ganar a Cristo
El apóstol Pablo testificó su entrega total en Filipenses 3:7-8:
«Todo lo que para mí era ganancia, lo he estimado como pérdida por amor de Cristo. Y aun más, lo estimo como pérdida de todas las cosas en vista del incomparable valor de conocer a Cristo Jesús, mi Señor, por quien lo he perdido todo y lo considero como basura a fin de ganar a Cristo.»
Quienes realmente valoran el Reino de Dios están dispuestos a dejarlo todo por él. En contraste, hay quienes cambian su relación con Dios por cosas efímeras, como Esaú que vendió su primogenitura por un plato de lentejas.
Buscar a Dios con Todo el Corazón
Dios promete ser hallado por quienes le buscan con sinceridad. Jeremías 29:13 dice:
«Me buscaréis y me encontraréis cuando me busquéis de todo corazón.»
No se trata de pedir solo bendiciones, sino de anhelar la presencia de Dios. Como dijo Jesús en Mateo 6:33:
«Buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.»
Conclusión: Oro Genuino o Espejismos
Muchos persiguen lo que parece valioso, pero solo el Reino de Dios es oro verdadero. En 1 Pedro 2:6-7, se nos dice:
«He aquí pongo en Sion una piedra escogida, una preciosa piedra angular, y el que crea en él no será avergonzado. Este precioso valor es, pues, para vosotros los que creéis.»
Debemos elegir entre el oro verdadero o los espejismos de este mundo. La vida sin Cristo es como un oasis falso en el desierto. Solo aquellos que buscan con todo su corazón hallarán la perla de gran precio: el Reino de Dios.
