Experimentando la Fe que Mueve Montañas // Miguel Díez
La Importancia de la Fe en Nuestra Relación con Dios
La fe es fundamental en nuestra relación con Dios. Jesús reprendió a sus discípulos por su incredulidad, dejándonos claro que sin fe es imposible agradar a Dios (Hebreos 11:6). La fe no consiste en ver para creer, sino en la certeza de lo que esperamos, aun cuando no lo veamos (Hebreos 11:1). Cuando oramos con fe, debemos esperar ver cumplida nuestra petición, de lo contrario, nuestra oración es vacía.
Dios Hace Obras Sobrenaturales
Cuando Dios obra, su poder se manifiesta de manera sobrenatural. No es por el esfuerzo humano, sino por la intervención divina. En el ministerio de Miguel Díez, se han visto milagros, sanidades y liberaciones que confirman que Dios sigue actuando hoy. Desde los primeros días de su servicio, el Señor ha realizado maravillas, demostrando que su unción sigue vigente (Marcos 16:17-18).
La Guerra Espiritual y la Autoridad en Cristo
La fe no solo es creer, sino también actuar con la autoridad que Dios nos ha dado. Jesús dijo que con fe del tamaño de un grano de mostaza podemos mover montañas (Mateo 17:20). Sin embargo, hay géneros de opresión espiritual que solo pueden ser vencidos con oración y ayuno (Mateo 17:21). La iglesia está llamada a levantarse en guerra espiritual, pues la lucha no es contra carne y sangre, sino contra potestades del mal (Efesios 6:12).
El Poder de la Oración
La oración es la clave para la victoria en nuestra vida cristiana. Dios se goza en la oración de los justos (Proverbios 15:8) y nos llama a comunicarnos con Él constantemente (1 Tesalonicenses 5:17). No podemos tratar a Dios como un recurso de emergencia; debemos vivir en comunión con Él diariamente. La oración sincera, acompañada de una vida de obediencia, tiene poder para cambiar situaciones imposibles (Santiago 5:16).
La Responsabilidad de Orar por Nuestra Familia y Nación
Debemos orar por nuestra familia y nuestros seres queridos. La batalla por la salvación de nuestras casas es espiritual (Josué 24:15). No podemos resignarnos a ver a nuestros hijos o amigos caer en el pecado sin interceder por ellos. Dios nos llama a levantarnos y pelear en oración por aquellos que amamos, confiando en que Él tiene poder para transformar cualquier situación (2 Crónicas 7:14).
Un Compromiso con Dios Sin Condiciones
Dios nos llama a rendirnos a su voluntad sin condiciones. No podemos imponerle nuestros términos, sino aceptar su soberanía con fe y obediencia. La seguridad total solo se encuentra cuando estamos firmes sobre la roca, que es Cristo (Mateo 7:24-25). Hoy es el día para decir: “Hágase tu voluntad en mi vida, Señor” y confiar en que su plan es perfecto (Lucas 22:42).
Conclusión: Venga tu Reino, Señor
En tiempos de crisis espiritual, es más importante que nunca aferrarnos a Dios con fe inquebrantable. Si queremos ver su gloria manifestada, debemos orar con fervor, ayunar y buscar su rostro con todo nuestro corazón (Mateo 6:33). Dios sigue obrando y quiere usarnos para llevar su luz al mundo. ¿Estás dispuesto a rendirte completamente a su voluntad y permitir que su poder se manifieste en tu vida?