Salmo 97 – El Señor Reina // Charlas Bíblicas
Salmo 97: La Majestad y Justicia de Dios
La soberanía de Dios sobre toda la tierra
El Salmo 97 comienza con una afirmación poderosa: “¡El Señor reina!”. Esta declaración establece el tono de todo el salmo, destacando la soberanía universal de Dios. La tierra entera y todas las islas están llamadas a alegrarse ante Su autoridad. No hay rincón del mundo que esté fuera de Su dominio.
La justicia y el poder como base de Su trono
Se describe que justicia y derecho son los cimientos de Su trono. Estas cualidades no son solo atributos divinos, sino la base sobre la cual Dios gobierna. Su poder se manifiesta a través del fuego que consume a Sus enemigos y los relámpagos que iluminan el mundo, ante los cuales la tierra tiembla. Estas imágenes reflejan la grandeza temible del Señor.
La creación reconoce Su gloria
Las montañas se derriten como cera ante el Señor, y los cielos proclaman Su justicia. Todo el universo responde a Su presencia con reverencia. Las naciones observan y reconocen Su gloria, porque no hay comparación entre Dios y los ídolos. Aquellos que adoran imágenes son avergonzados, mientras que todos los dioses se postran ante Él.
El gozo de los justos ante la justicia divina
Sión y las ciudades de Judá se alegran al ver la justicia de Dios. Este gozo no proviene solo de Su poder, sino de Su integridad y rectitud. Quienes aman al Señor aborrecen el mal, y Él guarda la vida de Sus fieles, los libra del poder de los impíos.
Luz y alegría para los rectos de corazón
La luz brilla para los justos, y la alegría es dada a los rectos de corazón. Este versículo destaca que vivir conforme a la voluntad de Dios trae recompensa: claridad, guía y gozo en medio de la vida.
Conclusión: Un llamado a alabar al Señor
El salmo concluye con una exhortación: “Alegraos, justos, en el Señor, y alabad Su santo nombre”. Es un llamado a reconocer, honrar y glorificar a Dios no solo por Su poder, sino por Su carácter justo y fiel.
El Salmo 97 nos invita a contemplar la majestad de Dios con temor reverente y gratitud profunda.