3 Pasos Hacia la Ruina Espiritual // Daniel Del Vecchio
La Ira de Dios y la Corrupción Humana
La Biblia nos enseña en Romanos 1:18 que “la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia”. El hombre, a pesar de conocer a Dios, ha optado por alejarse de Él, cayendo en la perversión y la ruina. La creación misma testifica sobre la gloria de Dios, pero muchos han decidido ignorarla, quedando sin excusa ante Su juicio.
Primer Paso: No Glorificar a Dios
El primer escalón en la decadencia humana es no dar gloria a Dios. En lugar de reconocer Su soberanía, el hombre ha enaltecido su propia sabiduría, volviéndose necio. Cuando Dios no ocupa el primer lugar en nuestras vidas, nuestras decisiones y prioridades se desordenan, alejándonos cada vez más de la verdad.
Segundo Paso: La Ingratitud
El segundo paso hacia la ruina es la falta de gratitud. La ingratitud abre las puertas a la perversión y los vicios. La Biblia nos enseña que un corazón agradecido es clave para vivir en comunión con Dios. El apóstol Pablo declara en Filipenses 4:11-13 que ha aprendido a estar contento en cualquier situación, ya sea en la abundancia o en la escasez. La satisfacción verdadera no proviene de acumular bienes, sino de aprender a confiar en Dios en todo momento.
Tercer Paso: No Tener en Cuenta a Dios
El último escalón en el descenso del hombre es no tomar en cuenta a Dios en sus pensamientos ni en su vida cotidiana. Romanos 1:28 advierte que, al rechazar a Dios, Él los entrega a una mente reprobada, dejándolos seguir sus propios caminos. Este es el peor castigo: vivir sin la presencia y dirección de Dios.
El Resultado de la Decadencia
Cuando el hombre deshonra a Dios, se vuelve esclavo de sus propias pasiones. Dios, en Su justicia, permite que la humanidad experimente las consecuencias de su rebeldía. La lista de pecados mencionados en Romanos 1 es el reflejo de un mundo que ha decidido vivir sin Dios.
La Esperanza en Cristo
A pesar de esta realidad, hay esperanza en Cristo. Él nos llama a subir los tres escalones de regreso: glorificar a Dios, ser agradecidos y tenerle en cuenta en todo. La gracia de Dios es suficiente para restaurar al hombre caído y darle una nueva vida en comunión con Él.
Conclusión
El mensaje de Daniel del Vecchio nos recuerda la urgencia de volver a Dios antes de que sea demasiado tarde. La decadencia del hombre no es irreversible si nos arrepentimos y nos rendimos a Cristo. Solo en Él encontramos la verdadera restauración y vida eterna.