Conflictos Espirituales // Daniel Del Vecchio – 4 de junio 2025
La vida cristiana y el conflicto espiritual
La vida cristiana no es un camino fácil ni exento de luchas. Es un conflicto constante contra el mundo, la carne y el enemigo de las almas. Este conflicto debe tomarse con seriedad y con una actitud decidida a vencer.
Después de ser bautizado en el Jordán por Juan y lleno del Espíritu Santo, el primer combate de Jesús fue en el desierto. Allí enfrentó al enemigo cara a cara y venció usando la palabra de Dios. Este ejemplo revela que la batalla espiritual es real y que la victoria es posible mediante las Escrituras.
Las oposiciones pueden surgir desde diferentes frentes, incluso desde el propio hogar. Sin embargo, es posible prepararse y andar en el Espíritu para superar cualquier circunstancia. Jesús advirtió que en el mundo habría aflicciones, pero también animó a no rendirse, porque Él ha vencido al mundo.
La armadura de Dios y la guerra espiritual
La Biblia exhorta a ponerse toda la armadura de Dios para poder resistir en el día malo. Estar cerca del Señor y lleno del Espíritu debe ser una prioridad diaria. La lucha espiritual no es contra personas, sino contra poderes malignos en los lugares celestiales.
Se puede vencer esa guerra espiritual con el poder de Dios y con una vida de oración. Jesucristo es nuestro defensor y abogado, capaz de sostenernos frente a las acusaciones del enemigo, quien busca robar, destruir y acusar. Su promesa es que nunca nos abandonará, y en Él podemos confiar.
Justificación por la fe y esperanza en la gloria venidera
La justificación por la fe nos da paz con Dios por medio de Jesucristo. Poner nuestros pies sobre la roca firme que es Cristo es esencial para resistir en el día malo.
Romanos 8 nos recuerda que las aflicciones presentes no se comparan con la gloria venidera. La creación entera espera con ansias la manifestación de los hijos de Dios. Esta esperanza sostiene y fortalece al creyente en medio del dolor.
El Espíritu Santo también ayuda en nuestra debilidad. Él intercede con gemidos indecibles conforme a la voluntad de Dios. Dios escudriña los corazones y sabe lo que hay en cada uno. A los que aman a Dios, todo les ayuda a bien, y Él los ha predestinado para ser conformes a la imagen de su Hijo.
Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? Él no escatimó ni a su propio Hijo, y junto con Él nos dará todas las cosas. Nada puede separarnos del amor de Cristo. Ni tribulación, ni angustia, ni persecución, ni ninguna otra cosa creada. Somos más que vencedores por medio de Aquel que nos amó.
Oración por aliento, victoria y perseverancia
Se ora por cada persona que escucha este mensaje, para que tome aliento y recuerde que la victoria ya fue ganada en la cruz. La sangre de Cristo clama justificación y vida.
También se intercede por los que se han apartado, por las familias que enfrentan divisiones, por los líderes espirituales y por todos los que sufren mientras trabajan por el Reino de Dios. Que Él los guarde, los fortalezca, los anime y los lleve a cumplir su propósito eterno.
El conflicto espiritual es real, pero la victoria en Cristo también lo es.