Fuertes en la debilidad // Miguel Díez
¿Por qué creen ustedes que están sufriendo esta guerra? Pues porque Dios tiene un plan de salvar Ucrania y también a Rusia y darle fuerte a Europa donde le duele. Ahí es donde duele. Está doliendo, pero todavía va a doler mucho más. Lo que quiero decirles es que Ucrania, Rusia, en todo el mundo el fuego consumidor de Dios está manifestado en incendios, sequías, inundaciones, terremotos, guerras y sólo tiene un propósito, hacer menguar el orgullo del hombre para que pueda humillarse delante de Dios y sea fortalecido, socorrido, salvado y liberado de sí mismo.
Al ser humano Dios lo debilita a un extremo increíble, algunos son debilitados por Dios para que blasfemen más todavía, así no hay duda o frío o caliente, pero otros, para que aprendan a vivir en debilidad. Hay personas que sufren discapacidades y viven con su debilidad y yo digo Dios mío, es más fuerte que muchos de los fuertes y tiene más facilidad divina para que nunca se desvíe, porque no va a poder plantearse, soy Superman, sin embargo, nosotros a lo mejor sí.
Yo me lo creía hace 40 y tantos años y no vayáis a pensar que por ser cristiano, evangélico o lo que sea, no hay peligro, hoy conozco religiosos que se creen, vamos, los que tienen la exclusiva de Dios y caen en la peor de las soberbias que es la religión, y dicen si este no entra por mi ministerio no puede ser salvo, por qué no estás en esa iglesia, porque dicen aquí tenemos unción supersónica, Dios mío, que Dios nos guarde, que nos corrija donde aga falta, con tal de que no crezca en nosotros esa repugnancia de la soberbia, con la vanagloria, porque la enseñanza de Jesús, fundamental, es la única que insistió de forma total, aprended de mí, fíjate si podía enseñarnos y solamente hizo énfasis aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón. Y hallaréis descanso.
Así que, queridos hermanos, a veces el ser debilitado por Dios es lo que necesitamos, yo creo que a mí el Señor siempre me lleva en debilidad, yo no tengo ninguna intervención en la que no haya un ataque del enemigo, así que los ataques están asegurados. Jesús nunca dijo no os preocupéis, que no vais a sufrir nada, ya he sufrido yo todo por ti. Tú no vas a sufrir nada porque lo he sufrido todo. ¿Te parece bien? Pues eso es lo que enseñan muchos, muchos ministerios evangélicos, si estás teniendo una enfermedad, es que no tienes fe, si no tienes un Mercedes último modelo, es que no tienes fe. Todo son bendiciones y bendiciones. todo es bendiciones pastor, bendiciones hermano, bendiciones. Y yo digo hay aflicciones, tú me dices a mí bendiciones, pues yo te respondo, aflicciones me son más útiles, ¿cuánto tendrá Dios que quebrantar la Iglesia para separarla del amor al dinero y al mundo? ¿Cuánto para ponerla sin mácula, sin mancha y sin arruga, y así poder llevársela a la boda? No estamos preparados, amigo mío, y para eso la plancha, cada vez más caliente, ¡nos vamos a enterar! ¡Fuego! Fuego de Dios en todas las maneras, porque Dios no va a cambiar de plan. Dios quiere que seamos perfectos y nosotros le decimos cristianos, sí, pero no tanto. Quiero ser, pero no quiero tanto, ¡no te pases, Dios! Pues no hay otro plan. Sed santos como vuestro Padre celestial es santo. Sed perfectos como vuestro Padre Celestial es perfecto.
Estoy convencido, el Señor me ha dado la gracia de que me he pasado de vara, pero no me he quedado corto, es preferible pasarse, que quedarse corto, porque la autoridad es indispensable y sin embargo, el sentimentalismo, la familia, la familia lo primero, amigo, como estés en esa actitud, estás perdido, solo Dios es el primero, el segundo, el tercero y el único amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón. En esa dimensión creemos que es imposible para nosotros, pero si Dios lo dice es porque lo hace posible. En esa dimensión amaremos de verdad a nuestra esposa y a nuestros hijos con el amor de Dios, que no es sentimental, que no es comprensivo, permisivo, adulador, es justo y perfecto.
Así que, qué bueno que el Señor nos lleva en esta contradicción de aprender a vivir en debilidad cada vez más, y contrario a lo que enseña el positivismo, el modernismo cristiano, tener más éxito, más economía, más supersticiones terrenales, es terrible.
En esa constancia de Dios que no nos deja, cuando es necesario de quebrantar, de romper nuestras fuerzas, en esa manera aprendemos a menguar. Pero, ¿cómo descansa una persona cuando está cansada? Voy aprendiendo cada vez más a descansar en el Señor. ¡Aleluya! A menguar para que Él crezca, porque se puede cantar, se puede decir, pero luego hay que dejar que Él produzca el cambio y así podremos cumplir lo que es imposible. El que quiera venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día y sígame. Debemos agarrarnos así como niños, como niños débiles, es que no hay otro plan, del que no quiera volverse como niño? No entrará en el reino. Así que déjate de ser machote y tu mujer deja de empoderarte, porque ya está bien el rollo de machismo y feminismo, seamos como niños, como bebés, mamando la leche espiritual agarraditos de la mano de Cristo sin creernos nada. Él es todo. ¡Aleluya!
Y así Él nos lleva, nos lleva milagrosamente y nos hace volar en las alas de la paloma del Espíritu Santo. Y Dios nos maravilla con su obra, porque como tú y yo hemos menguado y no pintamos nada, no valemos para nada, reconocemos nuestra inutilidad, nuestra ignorancia, nuestra incapacidad, nuestra tontuna humana, entonces reconocemos que dependemos de Él y no estorbamos para que Él haga su obra y solo su obra es buena y perfecta, la nuestra, trapo de inmundicia! Y así Él crece en nosotros y nos maravilla viendo su obra
Entonces cuando estás en esa debilidad, ves a Él en su omnipotencia y tú a Él, como un niño, volando, viendo como te lleva de victoria en victoria, primero viendo cómo te lleva a vencer tu debilidad.
Tú puedes gloriarte de tus debilidades, en lugar de quejarte de tus debilidades, en lugar de despotricar en tus debilidades, en lugar de caer en la autocompasión, en la lástima propia, Pablo tenía una dimensión espiritual en su vida, había pasado de ser soberbio, religioso, filosófico y de todas las maneras, un monstruo de erudición y de conocimiento y Dios lo primero que hace es que lo tira al suelo, lo deja ciego, quita ese ojo de fariseo que ve la pajita en el ojo ajeno. Fíjate que azote tenía un aguijón en la carne y tres veces clama al Señor que se lo quite, y aquel que es usado por Dios para hacer milagros tremendos hasta resucitar a un muerto, a ese no se lo quitó, porque lo necesitaba, porque si se lo quita se hincha el pulmón religioso, intelectual y el orgullo.
Bástate mi gracia dice la palabra, la gracia de Dios, porque allí se perfecciona tu debilidad, se perfecciona el poder de Dios, disminuye tu poder, que no es nada, es una ilusión, una fantasía y entonces aumenta todo el poder de Dios.
“Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo.”
2 Corintios 12:9
Así que, ¿sabes cuál es la actitud? Gracias por esta debilidad. Gracias, Señor, por esta debilidad física, psíquica, emocional, económica, esta debilidad profesional. Resulta que yo me creía el mejor, el mejor mecánico, carpintero, médico, abogado y resulta que soy un inútil. ¿Por qué? Porque tenía toda la sabiduría de la materia académica, pero era un ignorante en la verdadera sabiduría que viene de lo alto. De buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo. Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades. A este nivel ya estoy.
Sigue diciendo
“Así que, por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias. Porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.”
2 Corintios 12:10
Porque no soy fuerte en mi fuerza, sino la del que es imbatible, soy fuerte, en la fuerza del Omnipotente, el que ha vencido totalmente, que es la fuerza de Cristo.
Entonces debemos confiar en el amor de Dios, cuánto te ama! El no te ama un poquito, el te ama totalmente a muerte, su amor es muerte, no podemos dudar de su amor. Ese es el problema de la fe y confiar en que su amor es absoluto, no descuida ni un momento, pues por eso, no descuida que haya guerras, incendios, ni esto ni lo otro, no descuida que me duela la espalda, no descuida nada! Y eso me lleva constantemente a orar a Él y decirle: Señor, si esto es lo que quieres para mí, gloria a tu nombre! Pero perdóname que te diga que me fastidia un poco, pero bueno, tú sabes!
Hay personas que entran en esa situación de queja ante la divinidad, pero aquí estamos de paso, lo que no sucede aquí no tiene tanta importancia si no es asumido espiritualmente. Estamos de paso en preparación y qué hermoso es experimentar esa paz, ese descanso en el corazón de Dios y dejarnos llevar por esa paz sin protagonismos. ¿Cuánto cansa el protagonismo? Cuánto cansa la obligación. Él quiere que todo lo que hagamos sea por fe, lo que significa hacer su voluntad y nada más. Lo que no hagamos por fe y por amor, mejor no hacer nada, hasta que nos de la fe y el amor para hacerlo, no por obligación, por obligación nada.
Hoy pide la gracia de Dios en medio de esa debilidad. No, porque no tienes otra, solo tienes dos opciones en la debilidad: Ponerte a llorar, a gemir, a quejarte. ¡Ay de mí! ¡Ay de mí! O decir: Señor, gracias, estoy en tus manos, soy tuyo, te pertenezco, si esto es lo que quieres, dame las fuerzas para superarlo, para vivirlo. Así sin queja, sin oponerte. ¡Amén!
Ante la locura de la cruz, para los cristianos endurecidos, Dios manifiesta como contradicción que nosotros hemos de llevar la cruz. Eso es debilidad, es cierto que a veces nos pesa tanto la cruz que nos caemos y no podemos con ella, como Jesús, que se cayó, no podía con ella, pero luego viene el Señor y nos manda ángeles de la guarda, que tienen dos piernas, a lo mejor humanas. Nos manda este hermano, a esta hermana nos manda personas que confortan y que nos ayudan a llevarla, y es así como también el Espíritu nos lleva a hacerlo nosotros con nuestros hermanos.
1 Corintios 1:26-29 dice
“Pues mirad, hermanos, vuestra vocación, que no sois muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles; sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte; y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es, a fin de que nadie se jacte en su presencia.”
Y nuestro ministerio, REMAR, es un vivo ejemplo de esto, porque hace 40 años allá en Vitoria, Dios comenzó una obra con lo menospreciado, lo más despreciable del mundo.
Alguien me decía el otro día como puede ser esto de REMAR, ¿Cómo es posible? Y dije: No es que esto, no es posible humanamente, esto forma parte de lo imposible de Dios, esto es posible, porque no es obra nuestra, es obra de Dios, allí está el gran legado.
¿Qué quiere hacer Dios a través de ti? Ya está bien de vivir la vida pretendiendo imitar a los profesionales de este mundo, luchando para hacer las cosas un poquito parecidas a ellos, cuando el plan de Dios es que cosas que ojo no vio ni oído oyó están reservadas para los que le aman. Es decir, llevarnos por encima de todo razonamiento, de toda visión, de lo tangible, de toda ciencia, porque veremos milagros, iremos de triunfo en triunfo, de poder en poder, de gloria en gloria. Si esta es una guerra espiritual.
La batalla de la fe, es un asunto sobrenatural, y solamente haciendo Cristo su obra sobrenatural en nosotros y a través de nosotros, podemos cumplir el plan por el cual nos creó y nos salvó, no haciendo cosillas terrenales y encima satisfacerse.
Hay debilidad de rodillas, gimiendo, clamando, humillados y diciendo: Gloria a ti que has vencido! Todo es tuyo, todo te pertenece, mi mujer es tuya, mis hijos son tuyos, mi aliento es tuyo. Aleluya!
“Yo apacentaré mis ovejas, y yo les daré aprisco, dice Jehová el Señor. Yo buscaré la perdida, y haré volver al redil la descarriada; vendaré la perniquebrada, y fortaleceré la débil; mas a la engordada y a la fuerte destruiré; las apacentaré con justicia.”
Ezequiel 34:15-16
Hay una tendencia de crecimiento intelectual del Evangelio y la humanización del Evangelio, El humanismo cristiano y el intento de compaginar la Biblia con la evolución, porque creen que así van a conseguir más prosélitos, agradando a las personas en lo que quieren, pero el evangelio no es agradar al hombre, es partirle en dos con la espada de dos filos, para ver si muere la carne y vive Cristo. Hermanos, reconozcamos, nuestra ignorancia y nuestra debilidad para aprender cada día a ser más mansos y humildes, como Jesús.
1 Samuel 2:2-4 dice
“No hay santo como Jehová; Porque no hay ninguno fuera de ti, Y no hay refugio como el Dios nuestro. No multipliquéis palabras de grandeza y altanería; cesen las palabras arrogantes de vuestra boca; porque el Dios de todo saber es Jehová, y a él toca el pesar las acciones.”
Dejémonos de buscar rimbombancia religiosa, seamos sencillos, el Evangelio es tan sencillo, es para los niños, no para los machotes ni para las mujeres cada vez mas empoderadas, para ellos es como un lenguaje de Marte, no lo entienden, y no lo van a entender a no ser que se humillen y renuncien a esos protagonismos.
Romanos 4:18-21 dice
“Él creyó en esperanza contra esperanza, para llegar a ser padre de muchas gentes, conforme a lo que se le había dicho: Así será tu descendencia. Y no se debilitó en la fe al considerar su cuerpo, que estaba ya como muerto (siendo de casi cien años), o la esterilidad de la matriz de Sara. Tampoco dudó, por incredulidad, de la promesa de Dios, sino que se fortaleció en fe, dando gloria a Dios, plenamente convencido de que era también poderoso para hacer todo lo que había prometido”.
Fíjate a qué punto de debilidad lleva Dios a Abraham para bendecirlo y le dio la promesa de formar con él un pueblo, y que en su simiente todas las naciones serán benditas, Abraham creyó en esperanza contra esperanza, es decir, es esperanza sobrenatural contra la esperanza racional, era imposible, es decir, la esperanza contra la esperanza del pensamiento, del raciocinio, etcétera, y además de la costumbre, de la traición, de lo normal, para llegar a ser padre de muchas gentes, conforme a lo que se le había dicho así será tu descendencia. Y no se debilitó en la fe al considerar su cuerpo que estaba ya como muerto siendo de casi 100 años y no se debilitó al ver su situación, ahí está la esperanza de que estamos hablando aquí, una locura!
Pero yo te quiero invitar digas: Señor, úsame para hacer tus locuras de amor, santas, sobrenaturales, contra la razón, contra lo que es terrenal, animal, humano, diabólico. Abraham, tampoco dudó, por incredulidad, de la promesa de Dios, sino que se fortaleció en fe, viendo su debilidad y viendo la debilidad de su mujer, viendo la imposibilidad absoluta, se fortaleció en fe por la palabra que le había dado Dios, dando gloria a Dios, plenamente convencido de que era también poderoso para hacer todo lo que había prometido, estaba convencido por esa fe de que Dios era poderoso para cumplir lo que había prometido. Hermanos, es el momento más oportuno para ver la gracia de Dios en esa inutilidad, en esa impotencia, en ese quebrantamiento, allí Dios se manifiesta y se glorifica haciendo maravillas.
Sin duda que el Espíritu Santo promete ayudarnos en nuestra debilidad, esto es fundamental, te aseguro que vas a tener situaciones de debilidad, yo no me puedo desprender de ellas, hay debilidades físicas, psíquicas, también emocionales, esas son las más complicadas de ustedes, queridas mujeres encantadoras, sensibles, amorosas, dulces, maternales, pero también ustedes tienen un gran peligro en esa sopa de sensibilidad, con su sentimentalismo sutil que llega a puntos en que les viene un arranque sensibilidad, por eso el hombre que lo tiene más difícil. Y por eso Pedro dice: a los maridos que conviertan a sus mujeres sabiamente y de dónde viene la sabiduría? De lo alto. El hombre en esa situación debe decir: Dios mío, tú que sabes cómo es la mujer que me has dado, que has creado, por favor, ilumíname, inspírame, dame tu palabra, oh Señor! Abrázala tú, porque yo no sé cómo abrazarla, no sé cómo hablar, hablale tú en sueños
De igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad y nuestra debilidad como humanos, sino estamos fritos, sino estamos hechos pajaritos, pues qué hemos de pedir como conviene?
No lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles, incluso cuando yo no sé lo que orar, no sé lo que pedir al Señor para que me socorra, para que me auxilie, para que me fortalezca, para que me conforte en esa inutilidad, en esa ignorancia, en esa confusión. Sin embargo, el Espíritu Santo ya está intercediendo por mí por medio de Jesucristo, que está a la diestra del Padre. ¿Qué hace Jesús? Ora por nosotros noche y día y el Espíritu Santo es el que obra y no nos damos cuenta que estamos siendo socorridos. En una situación de debilidad. Si tenemos esta confianza de que tenemos al Ayudador perfecto, al consolador que nos ha dejado Jesús, que es el Espíritu Santo, cuál sería la solución? Digamos nuestro Santo Amado, por favor, sigue teniendo compasión de este pajarillo, y el Espíritu Santo entonces ya está obrando para él, eso es todo, no hay ningún problema, el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles, él que escudriña los corazones, sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios, intercede por los santos.
Que tu oración sea: Señor, yo sé que tú estás cumpliendo este trabajo de amor que tienes, y estoy un poco aturdido, no sé cómo entrar en esta intercesión, pero llevame a descansar, por el bien de mi vida, de mi casa. Y por eso quiero que salgas de aquí con el grito de Joel, en el libro de Joel 3:9-10
“Proclamad esto entre las naciones, proclamad guerra, despertad a los valientes, acérquense, vengan todos los hombres de guerra. Forjad espadas de vuestros azadones, lanzas de vuestras hoces; diga el débil: Fuerte soy.”
El poder de Dios es la fuerza de Cristo de aquel que venció. Así que proclamemos guerra, no vamos en nuestra debilidad, no digamos: Hoy me voy a quedar como una virgen insensata, ahí en casita, metiendo la cabeza debajo del ala, pensando ya pasará, ya pasará, hasta que vengan tiempos mejores. No en nuestra debilidad, vayamos en la fuerza de Cristo y con esa valentía, porque curiosamente, no se puede justificar la cobardía con la debilidad, de ninguna manera. Yo he visto que el Señor a los que quieren agradar en la debilidad, les da fortaleza, yo he experimentado estos 40 años, hasta que nos hayan atacado algunas veces con una ferocidad tremenda, para que de repente surja en nosotros, una fuerza sobrenatural en medio de esa humildad y eso que Espíritu Santo produce. Así que no podemos decir como débiles, fuertes en nuestra fuerza, sino fuerte soy por el poder del Espíritu Santo, ¡fuerte soy en Cristo! Fortaleceos en el Señor, y el poder de su fuerza. Porque no tenemos lucha contra carne, ni sangre. No dejemos de luchar. Estamos en guerra contra aquellos que quieren debilitarnos, apoyarnos, minimizarnos, taparnos la boca, pero en ninguna manera lo que van a conseguir con aquellos débiles que se fortalecen en Cristo, es todo lo contrario, porque vamos a ser despertados en una valentía sobrenatural, para romper todas las barreras y predicar las calles a políticos y no andarse con lo políticamente correcto y lo religiosamente correcto, siempre en amor presentando, una buena defensa con mansedumbre, presentando defensa contra la embestida de este mundo.
Hebreos 4:14-15 dice
“Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote que traspasó los cielos, Jesús el Hijo de Dios, retengamos nuestra profesión. Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado.”
Así que no tenemos un sumo sacerdote, que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza. Él sufrió todas las tentaciones habidas y por haber. Nosotros, unas pocas de todas las que puede hacer el diablo, pero Él fue tentado en todo según nuestra semejanza, como hombre, como tú y como yo, pero sin pecado, así que esa es la manifestación actual del hombre perfecto, que se hizo como uno de nosotros, para acercarse a nosotros.
Acércate hoy a esa gracia, sabiendo que Él tiene compasión de tu debilidad y que vamos seguir teniendo hasta el final, incluso cuando andemos en valle de sombra de muerte. ¡Hey amigo, eso es vivir por fe! Pase lo que pase, permita lo que permita en mi vida e incluso el sufrimiento que tú tengas preparado para que yo sufra, será todo por mi bien, ayúdame a vivir confiando en ti, pase lo que pase, y nunca entrar en queja y nunca dejarme robar el gozo de tu salvación. El gozo de la gratitud por tu infinita misericordia y tu amor perfecto. ¿Habrá una debilidad que no pueda hacerte superar? Miguel Díez.