La Veracidad de la Biblia // Miguel Díez
¿Hay pruebas de que Dios existe?
En un mundo saturado de ideologías, religiones y creencias contradictorias, muchos se preguntan: ¿Cómo podemos estar seguros de que Dios existe?
Esta pregunta ha inquietado a emperadores, científicos, filósofos… y a millones de personas comunes. Sin embargo, la respuesta está delante de nosotros, en un libro único, vivo y eterno: la Biblia.
Para algunos, esto parecerá una afirmación religiosa más. Pero si uno se detiene a examinar los hechos, las evidencias históricas, científicas, arqueológicas y espirituales, se dará cuenta de que la Biblia no es un libro más, ni una recopilación de cuentos o mitos. Es un mensaje vivo de un Dios verdadero, santo y cercano.
Tabla de Evidencias
- La Biblia: un milagro en forma de libro
- Evidencia arqueológica
- Evidencia del diluvio universal
- Evidencia científica
- Evidencia profética
- Evidencia transformadora
1. La Biblia: un milagro en forma de libro
La Biblia es el libro más vendido, más traducido, más perseguido y más influyente de toda la historia humana. Son 66 libros escritos por más de 40 autores distintos, en diferentes idiomas, en contextos sociales, políticos y geográficos completamente dispares. Algunos eran reyes, otros campesinos, otros profetas o médicos, como el caso de Lucas.
Y sin embargo, la Biblia es un puzle perfecto, sin contradicciones esenciales, con una coherencia sobrenatural que atraviesa miles de años de historia. Esto, humanamente, sería imposible.
Comparémoslo con la historia reciente: es difícil encontrar dos historiadores que estén de acuerdo sobre lo que hizo Napoleón, o incluso Franco. Pero la Biblia, escrita en distintos siglos por personas que en su mayoría no se conocieron, presenta una narrativa unificada que apunta a un solo protagonista: Jesucristo.
¿Casualidad? No. Milagro. Evidencia sobrenatural.
2. Evidencia arqueológica: La historia habla a favor de la Biblia
Muchos piensan que la Biblia es simplemente un libro espiritual, pero sus afirmaciones históricas han sido verificadas una y otra vez por descubrimientos arqueológicos. Algunos ejemplos contundentes:
- Las tumbas de Abraham, Sara y Eliseo están documentadas y pueden ser visitadas en Israel y otras regiones del Medio Oriente.
- Las ciudades de Jericó, Sodoma y Gomorra han sido identificadas con restos arqueológicos que muestran destrucción repentina por fuego y terremotos, tal como lo narra la Escritura.
- Inscripciones, monedas, esculturas y restos monumentales han confirmado personajes bíblicos como David, Ezequías, Nabucodonosor y Poncio Pilato.
La arqueología sigue arrojando luz sobre los relatos bíblicos, confirmando su veracidad histórica. A diferencia de muchos otros libros religiosos, la Biblia se arriesga a hablar de nombres, fechas, ubicaciones y linajes, porque está basada en hechos reales.
3. Evidencia del diluvio universal y la formación geológica
Uno de los relatos más atacados por el pensamiento moderno es el del diluvio de Noé. Sin embargo, incluso la geología aporta testimonio a este evento:
- Restos marinos se han encontrado en las cimas de montañas de más de 3.000 metros, lo cual no se explica sino por una inundación de escala global.
- Las capas geológicas muestran un patrón de sedimentación rápida y violenta, que encaja con una catástrofe como la que describe Génesis 6.
- El petróleo, llamado por Miguel Díez “el aceite de la muerte”, es el resultado de la descomposición de billones de organismos vivos enterrados rápidamente bajo toneladas de tierra y agua. Este fenómeno coincide con la descripción de un juicio global como el diluvio.
Incluso el Arca de Noé, según diversas fuentes, estaría sepultada en los hielos del monte Ararat. Fotografías aéreas e investigaciones restringidas apuntan a un objeto de gran tamaño con forma de barco, justo donde la Biblia dice que reposó el arca.
4. Evidencia científica revelada por la Palabra
La Biblia no es un libro de ciencia, pero lo que dice sobre el mundo natural está siempre en armonía con la verdadera ciencia. De hecho, algunas ideas científicas modernas aparecieron en las Escrituras mucho antes de que fueran descubiertas por los hombres.
- En Génesis 2, cuando Dios hace caer a Adán en un profundo sueño para crear a Eva, encontramos el principio de la anestesia moderna, revelado por Dios miles de años antes de la medicina moderna.
- La Biblia afirma en Hebreos 11:3 que “lo que se ve fue hecho de lo que no se veía”. Esto se alinea con la física moderna y la teoría de la materia y la energía.
- El agua, como generadora de luz y energía, también está presente en textos bíblicos, y hoy sabemos que las centrales hidroeléctricas producen electricidad a partir del agua, confirmando esta sabiduría divina.
- La higiene, la cuarentena, el aislamiento de enfermedades infecciosas… todas esas normas sanitarias ya estaban en Levítico, mucho antes de que los médicos supieran de bacterias o virus.
5. Evidencia profética: miles de profecías cumplidas
Ningún libro religioso contiene tantas profecías detalladas que se hayan cumplido literalmente como la Biblia. Desde el nacimiento virginal del Mesías hasta la destrucción del templo de Jerusalén, pasando por el regreso de los judíos a Israel en el siglo XX, la historia moderna es testigo de la exactitud profética de la Biblia.
Miguel Díez narra cómo incluso al inicio de su conversión fue confrontado con falsos libros de profecías, como los que atribuían al papa Juan XXIII. Pero ninguno se cumplía. En cambio, la Biblia da profecías específicas, que se han cumplido con precisión y se siguen cumpliendo hoy delante de nuestros ojos.
6. Evidencia transformadora: el poder de Dios en acción
La Biblia no solo informa o revela, transforma. Miguel Díez, fundador de Remar, ha visto con sus propios ojos a miles de drogadictos, criminales y personas rotas ser cambiadas por el poder de Dios a través de su Palabra.
“Solo Dios puede cambiar tiburones en palomas”, dice. Y tiene razón. Lo ha hecho en su vida, y en la de miles de personas alrededor del mundo.
Remar, presente en más de 70 países, es un testimonio viviente de lo que ocurre cuando la Palabra de Dios se vive y se predica sin religiosidad, sin hipocresía, sin miedo.
La Biblia es práctica, sanadora y viva
La Biblia también ofrece sanidad física y espiritual. Hay promesas de curación, liberación, consuelo, restauración y dirección. Miguel narra experiencias reales de personas que, al clamar en fe, han sido sanadas, liberadas de demonios, e incluso salvadas de la muerte.
“Envió su palabra y los sanó y los libró de su ruina” (Salmo 107:20). Esta es una realidad vivida. La fe cristiana no es teórica: es experimental, es verificable, es viva.
Una advertencia y un llamado
Miguel Díez lanza una advertencia clara: hay muchos engañadores, muchas religiones unidas bajo el ecumenismo que mezcla verdad con mentira, y muchos buscan que el hombre mire a cualquier ídolo menos a Jesús.
Pero sólo hay salvación en Cristo, y la Biblia es el camino para conocerle, amarle y obedecerle. “No se trata de religión, sino de relación”, insiste Miguel. Porque el que se acerca a Dios a través de Su Palabra, vive. El que la ignora, muere en oscuridad.
Conclusión: La Biblia es la voz de Dios para ti
Jesús dijo: “El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán” (Lucas 21:33).
La Biblia no es una colección de letras muertas, sino la lámpara que ilumina nuestro camino en este mundo de confusión. Hoy, más que nunca, necesitamos leerla, vivirla, proclamarla, y dejar que transforme nuestra mente, nuestro corazón y nuestras familias.
Pídele a Dios hambre por Su Palabra. Que tu hogar se convierta en una escuela de vida eterna. Que cada día tomes tiempo para leer, meditar y obedecer. Porque solo así conocerás la verdad, y la verdad te hará libre (Juan 8:32).
Miguel Díez es presidente de la ONG Remar en 68 países y fundador de la iglesia Cuerpo de Cristo.