Mardoqueo: Es hora de defender a los cristianos | Personajes Bíblicos

Mardoqueo: Es hora de defender a los cristianos | Personajes Bíblicos

Mardoqueo, el padre adoptivo de Ester

  • Mardoqueo acogió a Ester como su propia hija después de la muerte de sus padres.
  • Mardoqueo mostró compasión por las necesidades de los demás, acogió a Ester y se vistió de cilicio y ceniza para mostrar su tristeza por el decreto de Amán de matar a todos los judíos del reino.
  • Mardoqueo tuvo la sabiduría de pensar y usar su inteligencia para manejar situaciones que involucraban al rey.
  • Mardoqueo informó a Ester del complot de los eunucos para matar al rey, asegurándose de que Ester llevara el conocimiento al rey.
  • Mardoqueo descubrió el complot de Amán y decidió no delatarlo para proteger a Ester y a la comunidad judía.
  • Mardoqueo tuvo el coraje de defender sus creencias, incluso cuando eso significaba ir en contra de la orden del rey.
  • Mardoqueo tenía principios y hacía las cosas bien, a pesar de las consecuencias que pudiera traerle.
  • Mardoqueo tenía esperanza en el llamado y en las provisiones de Dios, y creyó que Ester había sido elegida para salvar al pueblo judío.
  • Mardoqueo sabía que Ester debía ocultar su herencia judía para salvar su vida y la de su pueblo.

La fe de Mardoqueo

  • La fe de Mardoqueo fue recompensada porque hizo lo correcto ante los ojos de Dios.
  • La fe de Mardoqueo en Dios brilló para ser un faro de esperanza para quienes lo rodeaban.
  • Mardoqueo fue bendecido ricamente por Dios mientras se esforzaba por recordar a otros las provisiones de Dios para ellos.
  • Mardoqueo no hizo lo que hizo por Esther ni por esperar ser colocado en una posición real, lo hizo porque estaba bien ante los ojos de Dios.

Mardoqueo, un ejemplo a seguir

  • Mardoqueo encarnó varios atributos que podemos encontrar en nosotros mismos: pasión por los demás, defender nuestras creencias y usar la sabiduría que proviene de Dios.
  • Dios nos llama para ser líderes en la fe y debemos ser ejemplo para otros, pero eso tiene un precio que pagar.
  • La vida de Mardoqueo nos alienta y es un ejemplo a seguir.
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